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Harriet Tubman - Huida hacia la Libertad

Foto del escritor: Oscar E. Santos A.Oscar E. Santos A.

Harriet Tubman fue una de las primeras y más importantes abolicionistas, activistas políticas y defensora de los derechos de los afroamericanos en la era de la esclavitud y dirigió 13 viajes por el Underground Railroad (Ferrocarril Subterráneo) mediante los cuales ayudó a liberar a su familia y a otros cientos, sino miles de esclavos norteamericanos, disparándole a más de un villano en el camino.
Harriet Tubman fue una de las primeras y más importantes abolicionistas, activistas políticas y defensora de los derechos de los afroamericanos en la era de la esclavitud y dirigió 13 viajes por el Underground Railroad (Ferrocarril Subterráneo) mediante los cuales ayudó a liberar a su familia y a otros cientos, sino miles de esclavos norteamericanos, disparándole a más de un villano en el camino.

Al escuchar las palabras de su esposo el corazón de Harriet se fue endureciendo. Le parecía inconcebible que no le preocupase si era esclava o libre, y parecía darle igual que pudieran separarles para siempre, así que cuando un día una mujer se acercó a hablar con ella, no se lo comentó a John. Sin embargo, grabó en su memoria todo lo que le dijo aquella mujer. Fue justo después de la siembra de primera; había estado trabajando sola en la parcela. Una mujer menuda se detuvo al ver a Harriet y le preguntó en un tono amable: “¿Cómo se llama vuestra merced?” Harriet supo que la mujer era una cuáquera, ya que eran los únicos que usaban ese lenguaje tan antiguo. “Harriet Tubman, ama”, respondió tímidamente. No estaba acostumbrada a hablar con una mujer blanca a solas. “No me llaméis ama”, dijo la mujer. “He sido hecha a imagen de Dios lo mismo que voz. No somos más personas que vosotros”. Harriet no supo que responder. “Mi nombre no es importante ahora”, dijo la mujer, “pero si necesitáis una amiga, quiero que sepáis que en mi encontraréis una amiga verdadera. Vivo en la granja que hay en el cruce, la que tiene la malvarrosa. ¿La conocéis?”. “Sí”, respondió Harriet. Pasaba por allí muchas veces y había visto a la mujer alimentando a las gallinas. “Venid a verme siempre que lo deseéis. Seréis bienvenida y os ayudaré en todo lo que pueda”. La mirada de Harriet se clavó en los cálidos ojos azules de aquella mujer. Eran bondadosos y honestos. Harriet se limitó a asentir. La mujer agitó las riendas de su caballo y la calesa prosiguió su camino. Aunque la conversación fuera corta, tuvo el presentimiento que acarrearía una repercusión considerable en su destino.


Mala hierba

A los seis años el látigo enseño a Harriet lo que significa ser esclava. En una entrevista ella declararía: “crecí como una mala hierba, que a nadie le importa, sin saber lo que era la libertad ni haberla experimentado jamás. No era feliz ni estaba satisfecha: cada vez que veía un hombre blanco tenía miedo de que me llevase consigo. A dos de mis hermanas se las llevaron en una cadena de esclavos. Una de ellas dejó atrás dos hijos. No teníamos un momento de tranquilidad. Ahora soy libre, pero se lo que es la esclavitud. He conocido cientos de esclavos fugados, pero jamás he sabido de ninguno que quisiera volver a su condición anterior […] para mí, la esclavitud es lo más parecido al infierno".


El ferrocarril Subterráneo

Cuando Harriet dijo que huiría hacia el norte, los demás esclavos se burlaron de ella. No imaginaban que aquella chica acabaría liderando a los esclavos hacia la libertad del Ferrocarril Subterráneo. Este no era un Ferrocarril real, sino una serie de lugares donde los esclavos podían encontrar comida y refugio en su peregrinar hacia el norte. Cada lugar era como una estación donde los cuáqueros (cristianos) les escondían. Ni las recompensas ofrecidas por su captura lograron impedir que arriesgase su vida luchando por la libertad, mientras el país se encaminaba hacia la guerra civil. Harriet no solo defendió una gran causa, sino que además fue consejera de generales, mejoró las condiciones de los hospitales de guerra, luchó por la dignidad de los esclavos y dejó un legado inolvidable para las siguientes generaciones.


El cristianismo y la libertad

En Inglaterra, Dios levantó a un hijo espiritual de Wesley, William Wilberforce (1759-1833). Wilberforce fue parlamentario británico, filántropo y reformador social. Él fue quien promovió la abolición de la esclavitud en el imperio británico e impulsó vigorosamente la civilización de una tosca sociedad inglesa. Entendió que la esclavitud era un mal moral y que la iglesia estaba obligada a trabajar para poner fin a esta institución. Wilberforce entendió, ya que actuó apoyado en una cosmovisión bíblica, que Dios se interesa por las costumbres y la justicia social, no solo por la salvación personal del alma. Él sabía que Dios se interesa por la transformación de la sociedad, como también de las personas.


De modo que, además de trabajar para abolir la esclavitud, hizo un llamado a la iglesia para luchar contra el alcoholismo, el consumo de drogas, la promiscuidad sexual, lo que actualmente se ha dado en llamar fábricas de explotación, así como otras injusticias y elementos groseros de la sociedad británica. Un grupo conocido en Inglaterra como la secta Clapham jugó un importante papel en la transformación de la nación en su tiempo. Estos hombres y mujeres fueron social y políticamente activos de 1790 a 1830. Eran evangélicos ricos e influyentes y ejercían toda clase de profesiones: profesores, clérigos, políticos, banqueros, escritores, artistas, economistas, comerciantes y filántropos. Su objetivo común era proporcionar la cobertura política y el motor económico para cambiar la cultura, y después las leyes, de la sociedad británica.


Este grupo fue el que preparó el escenario para que hombres y mujeres como Wilberforce desafiaran el estatus quo de la sociedad británica. Dios usó a estos hombres y mujeres, su obediencia a Él, para transformar la nación. Entre los muchos logros de este movimiento figura la Ley de trata de esclavos de 1807, que prohibió el comercio de esclavos. Tres noches antes de la muerte de Wilberforce, el Parlamento aprobó la Ley para la Abolición de la Esclavitud de 1833, que emancipó a los esclavos de todo el imperio británico.


La esclavitud en el siglo XXI

Todas las personas de buena voluntad, que aman a los pobres y los vulnerables, que se consternan ante la corrupción y la injusticia, que se afligen viendo como la esclavitud sexual está sustituyendo al tráfico de esclavos negros, desean hacer algo o tomar una postura por la justicia.


Pero ¿Cómo trabajar por la justicia social? Debemos buscar fórmulas, al igual que Wilberforce, para propiciar reformas laborales, carcelarias, legales y un largo etcétera, para acabar con las distintas clases de esclavitud, desafiar y transformar la cultura.



El 1 de noviembre de 2019 se estrenó la película donde se narra la vida de Harriet Tubman, dirigida por la directora estadounidense Kasi Lemmons. Imagen tomada de MOR.BO
El 1 de noviembre de 2019 se estrenó la película donde se narra la vida de Harriet Tubman, dirigida por la directora estadounidense Kasi Lemmons. Imagen tomada de MOR.BO

Tomado de HUIDA HACIA LA LIBERTAD [La Vida de Harriet Tubman – por Janet & Geoff Benge]

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